Esta reseña fue pensada para que sea leída en el mismo
tiempo real que le lleva a
Jake Epping realizar un viaje al pasado, es decir: 2 minutos.
Una de las mayores virtudes que tiene Stephen King es
conservar un estilo notorio que solo con leer unos pocos párrafos sabemos que
esta escribiendo él.
Pero a la vez reinventarse con cada novela dando a su lector historias que
difieren entre sí. No es lo mismo una chica con telequinesia como Carrie, que
Jake Epping un viajero en el tiempo que quiere detener algunos sucesos, entre
ellos el asesinato de J.F.Kennedy, pero justamente en los dos está el elemento
sobrenatural, en los dos utiliza el periódico como recurso, en los dos recurre
a tipografías diferentes y de mayor tamaño para narrar. Estas dos referencias
Carrie y 22.11.63 son solo dos ejemplos de los muchos que tiene en su basta bibliografía
pero que dan muestra de dos historias que son completamente diferentes en el
tema pero que el estilo se respeta y se conserva.
Para entrar en la novela podemos igualar a la comparación
que hizo alguna vez Julio Cortazar, la novela es como una pelea de boxeo que se
define por los puntos y el cuento es como una pelea por knock-out, pero esta magnífica
y certera comparación no se adecua ciertamente con 22.11.63, si seguimos comparando con deportes,
esta obra se asemeja a un partido de futbol, definitorio, que se termina yendo
alargue y por ende a penales. Como todo partido tiene alti-bajos, pero el
componente emocional es muy fuerte, por su extensión de casi 900 páginas es
comparado a estos partidos que casi parecieran nunca terminar, pero terminan de
repente y alguien sale victorioso, en este caso el ganador es el lector que se encuentra
con una novela que pone en riesgo la racionalidad sobre el tiempo, a tal cierto
punto que mismo el lector al avocarse a la lectura de la novela pone en riesgo
su propia línea temporal, tramos que se hacen verdaderamente lentos pero que quedan
olvidados frente a los momentos electrizantes de la historia que se va
resolviendo de a poco pero que de golpe nos encontramos al filo del libro, que parece que el
momento no terminara pero que de golpe se acaba, casi casi como si fuesen unos
penales.
 |
| ¡SI! Planeo seguir escribiendo. |
El presidente de Estados Unidos parece a simple vista lo más
abarcativo de la obra, si uno ve la tapa del libro, el nombre de la novela
referido a la fecha de su muerte, todo nos da a pensar que es exactamente una
novela sobre este caso, pero en verdad es solo una excusa, es una excusa para
que el escritor saque provecho de una historia que desafía al tiempo, que
reinventa la máquina del tiempo y la hace funcionar a su manera, a la manera de King, que a su gusto se da el lujo de
mezclar el misterio con la política, el choque cultural años 60’s contra siglo
XXI, reseteos temporales y la infaltable pizca de terror que lo caracteriza.
Todos
los que leemos asiduamente y se lo escucha a él como un autor de terror es en
cierta forma dos palabras que se bifurcan: 1- hablar de terror y 2-hablar de terror
referenciando a Stephen King, es otra manera de ver las cosas, es saber que se
trata de un autor que por los corsets de los géneros es imposible situarlo en
otro que no sea el terror,
pero como bien sabemos los géneros son corsets que una vez que uno conoce al
autor sabe que es mucho más que eso.
Jake Epping es nuestro héroe, o anti-heroe como lo
prefieran. Es profesor de inglés en el 2011 que trabaja en una escuela para
gente mayor que no pudo terminar sus estudios, un alumno es Harry, y una narración
que parecía ser rutinaria como un trabajo practico nos termina dando una
historia fenomenal, Harry hace 50 años presenció como su padre le reventaba la cabeza a su madre hasta
sacarle el cerebro afuera (si, esto es una página de reseñas que no
necesariamente debe mantener las formas, como tampoco lo hace el autor pero sí
lo hacen los que escriben la sinopsis detrás de los libros, que dicho sea de
paso no está mal que cuiden las formas, una vez dicho esto prosigo) y no solo
fue a su madre sino que también mató a sus hermanos y además el viejo Harry es víctima
de una parálisis que le ocasiono el golpe de su padre que no lo mato pero lo
dejo con un estigma que
es aprovechado para la maldad adolescente que ahora sufre producto de su empleo
de conserje en un secundario.
 |
| .... Y a nosotros también!!! |
¿Y qué tiene que ver Kennedy con esto? Sean pacientes, Al el
cocinero de comidas rápidas al cual siempre visita Jake le muestra la despensa
de su restaurant, resulta ser una máquina del tiempo que siempre que uno pasa
por allí del otro lado es 11.58 AM
9/9/1958 y no importa cuánto tiempo uno pase allí en el tiempo que
corresponde a 2011 uno vuelve solamente dos minutos más tarde. AL estaba
fascinado con que se podía evitar la muerte de JFK, Jake ¿lo logrará? ¿Aceptará
hacer ese/os viaje/s en el tiempo?
Ahondar en una cuestión sobre si esta historia se pudo
contar en varias páginas menos no nos lleva a ningún lado. Lo importante es que
esta novela es una de las mejores de King en varios años y la mejor después de
su accidente en 1999, una invitación también para jugar con el lector si
tuvieses la posibilidad de modificar un hecho del pasado ¿Cuál sería? ¿Lo
harías? Probablemente la respuesta a estas dos preguntas sean de cierto tipo
antes de leer la novela y de cierto otro al terminarla. De todos modos hay que
destacar la obra.
PD: Cuando Jake Epping lee la desgarradora carta de Harry Dunning, el
protagonista afirma sobre este escrito:
“Porque era bueno, y
porque su dolor había provocado una reacción emocional en mí, su lector ¿Acaso
no es eso lo que debe lograr un escrito sobresaliente? ¿Provocar una
respuesta?”
La respuesta a estas preguntas que realiza Jake Epping en un
soliloquio provocado por King, se encierran en las mismas preguntas, y si de
eso se trata un escrito sobresaliente, de provocar una respuesta, así como Jake
lo calificó como A+ el trabajo de Harry, yo me voy a evitar las calificaciones
para con King pero de cierta manera, gracias por este escrito sobresaliente.
Como dije en las primeras líneas, el objetivo era comentar
esta obra en 2 minutos. No resulto.
